La historia de Icía: terapia MAES
Icía es una niña de doce años y nueve meses que asiste a terapias en el centro Movo de Ourense desde hace cinco años pero nuestra historia en el mundo de las terapias podríamos decir que comenzó el propio día del nacimiento de Icía.
Ese mismo día, su papá y yo recibimos la desconcertante noticia de que Icía había nacido con microcefalia. En ese mismo momento comenzamos un tremendo proceso de ingresos hospitalarios y pruebas médicas, para descubrir que nuestra hija tenía una rara alteración genética que solamente cuenta con cinco casos documentados en toda España y que en ninguno de ellos coincide en las patologías de base con las de Icía, que se manifiesta con un gran retraso de desarrollo de todo su sistema psicomotor.
Siendo un bebé de unos tres meses de vida inició su andadura en el mundo de las terapias al asistir al servicio de “Atención Temprana” de nuestro sistema de salud público. Ella acudía a una sesión de Terapia Ocupacional y a una sesión de Fisioterapia a la semana con una duración de media hora cada una de ellas. A este
servicio asistió durante sus primeros seis años de vida.
Método Doman
Cuando nuestra hija tenía seis meses descubrimos el método Doman y lo iniciamos, porque una hora a la semana de terapias nos parecía totalmente insuficiente para el gran retraso psicomotor que mostraba. Este método es de una gran exigencia familiar porque nos llevó a tener que realizar una gran batería de ejercicios de estimulación para desarrollar su sistema psicomotor en nuestra propia casa durante seis horas diarias y seis días a la semana a lo largo de sus seis primeros años de vida.
La casuística de su desarrollo psicomotor provocada por su alteración genética; la compleja problemática alimentaria debida a su sistema digestivo, que tiene graves carencias de base (que nos llevaron a tener que operar a Icía para que ella se alimente a través de un botón gástrico) y la absorbente estimulación con la realización del método Doman nos llevó a no poder matricular a nuestra hija en la etapa de Educación Infantil, viéndose de esta manera privada de el enriquecimiento tanto escolar como personal que se produciría en la convivencia escolar.
Método Feldenkrais
Tras seis años con este método, comenzamos con el método Feldenkrais. Las especialistas que atendían a Icía tenían sus centros terapéuticos en Vigo, Oviedo y Madrid. Ellas iban enseñando a nuestra hija a aprender nuevas posibilidades corporales y cognitivas de una manera muchísimo más lúdica y respetuosa con nuestra hija que en el método anterior, logrando grandes mejoras y avances en Icía.
Tras un año asistiendo a estas terapias en sus diferentes ubicaciones y a pesar de los cambios favorables en diversos ámbitos del desarrollo vital de Icía, comenzamos a percibir grandes dificultades para continuar con el método Feldenkrais por:
1. Los desplazamientos de grandes distancias para asistir a las terapias causaban un gran descontrol en los hábitos diarios de nuestra hija.
2. La compleja logística de alimentación a mover en cada viaje, con gran cantidad de suplementos y suministrada con bomba por el botón gástrico de Icía.
3. La falta de continuidad semanal terapéutica que nos parecía un gran inconveniente para conseguir una mayor estabilidad para ella.
Y por fin… Centro MOVO: terapia MAES
Esta circunstancia nos llevó a buscar un centro de terapias que estuviera más próximo a nuestra casa y así descubrimos a Patricia Kaiser y su centro terapéutico Movo.
Mi primer contacto con Patricia fue por vía telefónica. Ella me explicó detalladamente:
1. El método Maes, que era el hilo conductor de sus sesiones de fisioterapia, por ser un método muy respetuoso con los tiempos y casuísticas de sus “niños”.
2. El modo de trabajo coordinado que llevarían a cabo las diferentes especialistas del centro con Icía para poder lograr avances significativos para ella y en consecuencia, mejorar su calidad de vida.
3. La comunicación directa y constante con nuestra familia para fortalecer los lazos de unión entre ambas partes y de esta manera tener información detallada en ambas direcciones para favorecer avances y mejoras en Icía que se reflejarían también en mejoras en nuestra vida diaria familiar.
Tras este primer contacto, pensamos que sería una buena posibilidad terapéutica para nuestra hija y pedimos una cita para que el equipo de especialistas del centro Movo pudiera valorar cuál era el punto de partida de Icía para poder comenzar con sus terapias.
Al acabar la valoración de Icía y nuestra propia entrevista, todo el equipo implicado nos explicó con gran detalle:
- El punto en que se encontraba Icía
- El enfoque terapéutico a seguir por las terapeutas que iban a trabajar con nuestra hija
- Los objetivos iniciales a conseguir con sus terapias en el transcurrir de ese año escolar.
Así que desde hace casi cinco años, Icía asiste al centro terapéutico Movo de Ourense los martes para recibir sus sesiones de Fisioterapia con Patricia Kaiser y de Terapia Ocupacional con Maira Delgado y los jueves para asistir a sus sesiones de Logopedia con Sara Galicia y de Terapia Ocupacional con Maira Delgado.
Primer contacto
Mi primera sensación al entrar a Movo es que estamos en un centro de terapias muy acogedor por su agradable decoración y muy familiar por el trato afable que recibo al dejar a mi hija para asistir a sus sesiones, ya que no siempre puedo quedarme con ella por diferentes motivos.
También percibo la gran coordinación que existe entre todo el equipo de profesionales del centro, aspecto que me parece fundamental para lograr los avances que los progenitores deseamos ver en nuestros hijos y en nuestras hijas que asisten a este centro de terapias debido a sus diferentes diversidades funcionales.
En las muchas ocasiones en las que me he quedado en las diferentes terapias a lo largo de estos años, he percibido que Icía está relajada, distendida y contenta porque entre sus terapeutas y ella existe una complicidad y cariño mutuo que me parecen dos aspectos fundamentales para el buen transcurrir de sus sesiones y para conseguir los grandes avances que se han producido en mi hija desde que asiste a Movo.
Tiempos de pandemia
Debo mencionar que, en el inicio de la pandemia, las terapeutas de Icía se pusieron en contacto conmigo por videoconferencia para saber cómo se encontraba mi hija. También para proponerme hacer las sesiones terapéuticas guiándome por videoconferencia para que durante el confinamiento mi hija no se estancara o retrocediera y tuviera la oportunidad de seguir avanzando en su progresión.
Método MAES
A nivel particular, en las sesiones de mi hija con la fisioterapeuta Patricia Kaiser puedo observar la puesta en práctica del método MAES. Este método me parece que es muy respetuoso con Icía y con el que, con alguno de sus centros de interés, va logrando grandísimos avances como dar unos pasos con ayuda de Patricia o sentarse ella sola para poder manipular sus juguetes con soltura; además de muchísimos avances que son menos visibles para mi marido y para mí pero que son piezas importantísimas para lograr esos otros avances más visibles y significativos.
Avances de Icía
Icía está logrando todos sus avances gracias a que Patricia:
- Mantiene un asombroso grado de relajación en Icía, teniendo en cuenta que mi hija tiene un alto estado de alerta y tensión.
- Están ayudándola a conseguir nuevos patrones corporales de movimiento y un gran avance a nivel cognitivo
- Mueve su cuerpo con gran sutileza desde el punto de partida de cada uno de sus momentos evolutivos para así conseguir una mayor madurez en todo su sistema psicomotor que se refleja en todos sus avances.
- Conecta con sus diversos estados de ánimo provocados por la inestabilidad de su salud, sobre todo durante estos dos últimos años, sabiendo gestionar dichos estados para poder llevar a cabo las sesiones del mejor modo posible para ella.
Debo mencionar que Patricia, al igual que el resto de terapeutas, siempre mantiene un contacto directo conmigo en las sesiones y en todo momento para informarme de:
- El punto evolutivo y terapéutico en que se encuentra mi hija.
- Los aspectos fundamentales que está trabajando con ella.
- Las dificultades que se encuentra y sus posibles soluciones.
- Los ejercicios o pautas a realizar en nuestro día a día.
- Los objetivos a lograr a corto y a largo plazo.
¿Por qué elegir MOVO?
Por todo lo dicho anteriormente, tanto su padre como yo misma consideramos que en su momento hemos tomado una buena decisión al llevar a nuestra hija a Movo porque:
- Icía va muy contenta a sus sesiones
- Los avances que ha conseguido gracias al trabajo de todo el equipo profesional del centro Movo
- Nosotros nos sentimos rodeados de un equipo de terapeutas de una gran profesionalidad y de una gran humanidad que nos ayuda a seguir adelante.