La diversidad funcional es una realidad que afecta a muchas familias. Entender la diversidad funcional y sus implicaciones es crucial para ofrecer el apoyo adecuado y mitigar el desgaste emocional que puede provocar en los familiares.
¿Qué es la diversidad funcional?
El término “diversidad funcional” se utiliza para describir las diferencias en las capacidades de las personas, en lugar de enfocarse en las limitaciones. Este concepto busca desestigmatizar y normalizar las variaciones en el funcionamiento y salud de las personas, destacando que la discapacidad no es una desventaja, sino una condición que forma parte de la diversidad humana.
Tipos de diversidad funcional
Existen cinco tipos principales de diversidad funcional:
- Física o motriz: dificultades en el movimiento, desplazamiento, equilibrio, manipulación de objetos, o incluso en funciones básicas como hablar o respirar.
- Visual: varía desde la ceguera total hasta problemas de visión más leves.
- Auditiva: incluye desde la sordera profunda hasta pérdidas auditivas leves como la hipoacusia.
- Intelectual: implica dificultades cognitivas y de adaptación.
- Multisensorial: afecta tanto la audición como la visión, y se refiere a las personas sordociegas.
Efectos de la diversidad funcional en el ámbito familiar
La presencia de diversidad funcional en un hijo puede ser una fuente significativa de estrés emocional y físico para la familia. Las familias enfrentan varios desafíos, desde la adaptación inicial hasta la gestión continua de las necesidades especiales del hijo. Los efectos comunes incluyen:
- Hipersensibilidad y labilidad emocional: los padres pueden experimentar una montaña rusa de emociones, desde la negación y el aislamiento hasta la ira y la tristeza profunda.
- Incertidumbre y culpa: la confirmación de un diagnóstico puede desencadenar incertidumbre sobre el futuro del hijo y sentimientos de culpa en los padres.
- Impacto en las relaciones familiares: las relaciones pueden tensarse debido a la redistribución de roles y responsabilidades, y el enfoque en el niño con diversidad funcional puede dejar menos tiempo y energía para otros miembros de la familia.
- Proceso de adaptación: las familias pasan por diferentes fases al adaptarse a la diversidad funcional del hijo, desde la negación inicial hasta la eventual aceptación. Este proceso puede ser largo y complicado, y no todas las familias llegan a la fase de aceptación completa.
Mejorar la situación: apoyo profesional
Para mitigar el desgaste emocional y mejorar la calidad de vida de las familias, es fundamental el apoyo de profesionales especializados:
- Psicólogos y terapeutas familiares: ayudan a las familias a procesar sus emociones, a comunicarse de manera efectiva y a desarrollar estrategias para manejar el estrés.
- Trabajadores sociales: ofrecen recursos y apoyo práctico, conectando a las familias con servicios comunitarios y asistencia financiera.
- Terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas: trabajan directamente con los niños para mejorar sus habilidades funcionales y fomentar su independencia.
- Educadores especializados: proporcionan estrategias educativas adaptadas a las necesidades individuales del niño, facilitando su integración escolar y social.
El Centro Movo se dedica a proporcionar un entorno de apoyo integral, donde las familias pueden recibir la orientación y la asistencia que necesitan para afrontar los desafíos de la diversidad funcional. A través de un enfoque colaborativo y personalizado, se busca no solo mejorar el bienestar del niño, sino también fortalecer a la familia en su conjunto.