El juego es el medio natural en el que el niño se expresa y es la base fundamental para conocer el mundo externo que le rodea.
Es la base del aprendizaje, ya que el juego le permite al niño sentir, moverse, comunicarse, emocionarse y relacionarse en un constante crecimiento personal.
Aprendiendo desde la experiencia
De este modo, el juego se vuelve una parte imprescindible para su desarrollo personal, físico, cognitivo y social, además nos permite a los adultos reforzar nuestros vínculos con los niños. Es una forma única de aprendizaje, ya que permite descubrir el mundo y las relaciones sociales desde la experiencia personal.
Es una herramienta de enseñanza y de comunicación ideal para padres y educadores. Existen infinidad de opciones a la hora de incorporar el juego como parte de la rutina escolar y familiar que deben adaptarse a la edad, preferencias y habilidades de cada niño.
Juego y problemas del neurodesarrollo
Es importante que las familias sean partícipes del juego, tanto para ayudar a los niños en su desarrollo personal como para fortalecer el vínculo afectivo con ellos.
Durante la observación del juegose pueden detectar de forma temprana, dificultades en el neurodesarrollo infantil. Así, lo importante no es el juego en sí mismo, sino la exposición de las variables o de los indicadores que se hacen observables en los niños gracias a él. Este tipo de prácticas pueden ayudarnos a detectar e intervenir sobre dificultades en el desarrollo sensoriomotor o emocional, en el lenguaje y comunicación, en la interacción social o en las capacidades atencionales.
¡Y por supuesto, creemos que es la mejor forma de acercarte al conocimiento de tu hijo!
Ahora que ya sabes los beneficios que tiene el juego para tu hijo… ¡solo queda ponerse a jugar!